miércoles, 2 de diciembre de 2009

El cerebro reptiliano ó primero yo, segundo yo y luego yo....

Usualmente enfoco este tipo de opiniones y pensamientos desde el punto de vista del trafico de la ciudad donde vivo. Lo hago así por que me parece que es la situación en la que se hace mas patente el egoísmo del que adolecemos todos últimamente. Parece mentira que situaciones que son fácilmente evitables (deadlocks o abrazos mortales) en el trafico se convierten en el pan nuestro de cada por que somos incapaces de ceder el paso o dejar de atravesarnos en la vía de los demás.

Espeluca el ver gente lanzarse en contra vía a mas de 60 km/h solo para dar un frenazo y tratar desesperadamente de meterse de nuevo en la cola. Terminando en que la cola se hace no solo en un solo sentido sino en los dos. Ver como aun no pudiendo pasar preferimos obstruir el cruce que dejar espacio para que los demás carros circulen.

Los rayados en las intersecciones dejaron de ser cruces peatonales para convertirse en el punto de arranque de una carrera que nadie gana, sobre todo tomando en cuenta que es totalmente innecesario "asomarse" al crucero dado que el semaforo nos dice cuando es que tenemos que pasar.

Nos paramos en doble fila para dejar a nuestros "retoñitos" justo frente al colegio y volvemos a hacer esa misma doble fila para buscarlo amen de que en cada ocasión duramos media hora conversando.  Lo peor es que todo esto ocurre  aun y cuando es perfectamente posible pararnos 4 o 5 metros mas adelante o mas atrás y conversar todo lo que se quiera sin estorbar el trafico.

La única pregunta que me puedo hacer es: ¿Que nos pasa?

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