Hace poco el presidente giro instrucciones para hacer que los niños puedan llevarse las canaimitas a sus casas. Esa decisión ha causado resquemores en muchos, que ven la oportunidad de que los niños y niñas se vean expuestos a ser victimas del hampa.
Y no siendo la excepción a esa preocupación me puse a pensar en la vaina. Y en mitad del peo mental me llego una imagen de Los Miserables de Victor Hugo. Esa en la que el sacerdote le dice a Jean Valjean que se lleve los objetos de valor de la iglesia. Y le dice algo asi: "con estos candelabros y esas baratijas estoy comprando tu alma, amigo. Y me parece un precio muy bajo por algo tan valioso".
Si las Canaimas se las roban a los niños bueno que se compren mas, y si se vuelven a robar esas, que se compren mas. Hasta que todos tengan una y algo de entendimiento entre en las cabezas de todos.
Lo que realmente me preocupa no son las Canaimas (al fin y al cabo es solo una computadora) lo que me preocupa son los niños que son irreemplazables.
Cuantas Canaimas y niños se van a necesitar para comprar el alma de los ladrones en Venezuela?
